
La figura de Kingpin la podría haber representado a una ínfima escala el supuesto fallecido Jesús Gil, que con sus contactos en todas las esferas movía los hilos de la gran telaraña de la corrupción, con sus altos cargos, sus famosos, sus caballos, su equipo de fútbol.
Quizás haya en el mundo muchos más mafiosos corruptos al estilo Kingpin, con su eterna obsesión de ser reconocido en el mundo de los negocios legales, una vez ascendido al círculo gracias a un dinero manchado con sangre y malas artes, quizás deban saber que si quieren pasar al otro lado, habrá muchos ojos mirando y comentando, aunque no mucho se pueda hacer.
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