El resort de culto hedonista

Hace pocos días le decía a mi chica que si me tuviera que reencarnar, me gustaría ser un robot hedonista (sí sí como el de futurama). El hedonismo, es decir el culto a uno mismo y dejarse llevar por los placeres del cuerpo y la mente no es algo que más que está de moda, está a la orden del día.

Mirando una revista de información turística leía esta mañana una especie de publireportaje sobre un resort en Jamaica llamado Hedonism (existe un Hedonism II y III). Este hotel tiene una exclusiva y paradisíaca playa en Jamaica. Según reza el publireportaje, allí siempre hace buen tiempo, puedes ir desnudo siempre cuando quieras: jugar al voley desnudo, ir al jacuzzi, además de poder pedir todo tipo de lujos gastronómicos y por supuesto, llevar la tan codiciada pulserita para beber hasta reventar... me imagino las fiestas que se tienen que correr (aunque no dice nada de pulsera para sumistro de drogas para aguantar).

Lo dicho, paraiso artificial, devastador de la cultura propia y de los recursos de la zona de Jamaica a cambio de ingresos para la cadena Super Clubs y puesta a punto de las hormonas de estos turistas que confunden nudismo y culto a lo natural, con estar desnudo como acto de estar siempre dispuesto a y rendir homenaje a nuestro querido capitalismo destructor, que suele recostruir la naturaleza a su imagen.